viernes, 25 de mayo de 2012

The Call of the Wild - Jack London

Buck's first day on the Dyea beach was like a nigthmare. Every hour was filled with shock and surprise. He had been suddenly jerked from the heart of civilization and flung into the heart of things primordial. No lazy, sunkissed life was this, with nothing to do but loaf and be bored. Here was neither peace, nor rest, nor a moment's safety,. All was confusion and action, and every moment life and limb were in peril. There was imperative need to be constantly alert; for these dogs and men were not town dogs and men. They wre savages, all of them; who knew no law but the law of club and fang.


Por primera vez nos toca un libro donde el protagonista no es un humano, sino un animal. Nuestro héroe es Buck, un perrito mitad San Bernardo, mitad ovejero alemán, que andaba contento por los campos de California hasta que los caminos de la vida lo llevan a abrazar cada vez más su lado salvaje. Interesante, ¿no? Piensen que sus mascotas no están menos acostumbradas que ustedes a las comodidades de la vida moderna en la ciudad. Ya no saben qué es ir a cazar otro animalito para comérselo, sino, a lo sumo, acompañar a sus dueños al supermercado para comprar su comidita procesada. Bueno, Buck era básicamente así, y de golpe y a los golpes va aprendiendo las leyes de la vida salvaje.

Como este libro lo leí en clase, puedo hacer algunos otros comentarios un poco más interesantes. Ahora sé, por ejemplo, que Jack London es parte de la camada naturalista de EEUU (que incluye a Steinbeck y Dreiser, entre otros), y entonces cree que el peso de la herencia y la influencia del entorno determina casi toda tu vida. Si estuviéramos hablando de ciencias sociales, serían unos estructuralistas (y estructuralistas heavy, onda Althusser). El hombre (o el perro) no tiene la culpa de lo que hace (el chancho tampoco), lo que a la vez los convierte en seres a-morales. Era la época de Darwin y su El origen de las especies, así que en estos autores se mete bastante el tema de la selección natural y -hay que decirlo- el darwinismo social.

Todo esto y más está en el libro, que es corto: algo sumamente raro para los naturalistas, al parecer, puesto que son quienes empezaron la moda de hacer trilogías. Sin ir más lejos, Jack London escribió como 50 libros en su corta vida y siempre dijo y supo que no todos eran buenos. El tipo igual era un loco lindo, que pasó de la pobreza al reconocimiento, y aunque medio darwinista social dada su propia lucha, también fue socialista. Una vez estaba por ir a cubrir la guerra de los Boer en Sudáfrica y le cancelaron el trabajo cuando estaba en Londres esperando su siguiente barco. ¿Qué hizo? Se compró unas ropas hechas jirones y salió a vivir como un mendigo por 6 meses (!), lo que le dio material obtenido "científicamente" para escribir un libro. El mismo The Call of the Wild fue el resultado de las experiencias que le quedaron de su viaje al valle del Klondike en Canadá durante la época de la fiebre del oro. Obvio que fue y no se consiguió ni una pepita, pero de ahí sacó dos de sus libros más reconocidos -este y White Fang- así que se puede decir que la hizo.

Puntuación: 8/10 ulis

Próximo libro a leer: Sostiene Pereira, de Antonio Tabucchi.

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