domingo, 15 de julio de 2012

The Sound and the Fury - William Faulkner


"Breddren en sistuhn!" His voice rang again, with the horns. He removed his arm and stood erect and raised his hands. "I got de ricklickshun en de blood of de Lamb!" They did not mark just when his intonation, his pronunciation, became negroid, they just sat swaying a little in their seats as the voice took them into itself.
"When de long, cold —Oh, I tells you, breddren, when de long, cold...I sees de light en I sees de word, po sinner! Dey passed away in Egypt, de swingin chariots; de generations passed away. Wus a rich man: whar he now, O breddren? Wus a po man: whar he now, O sistuhn? Oh I tells you, ef you aint got de milk en de dew of de old salvation when de long, cold years rolls away!"

Uf. Antes que nada, me agrada pensar que lo terminé. La primera parte te parece que da vueltas por todos lados y no se entiende nada, y la segunda te parece insufrible. Recién a la tercera la cosa va queriendo, y cuando llegás a la cuarta y última parte decidiste si te gustó o no te gustó. Bueno, a pesar de todo, a mí me gustó.

The Sound and the Fury es un libro acerca de los Compson, una familia que supo tener sus días de gloria en el sur de los Estados Unidos, pero que para la época de entreguerras ya estaba venida a menos. Encima, la nena, Caddy, les salió medio atorranta, y el más chiquito, Maury/Benjy, les salió retrasado mental.

Habiendo dicho esto, ¡imagínense un capítulo entero narrado por Benjy! Este primer capítulo al principio los va a marear, pero cuando lleguen a la mitad van a entender cómo es la cosa, y cuando sigan con el segundo capítulo, narrado por Quentin, el más grande de los Compson, hasta lo van a extrañar. Después, el tercer capítulo lo narra Jason, el del medio, y el último tiene un narrador en tercera persona omnisciente.

El título del libro se explica, creo yo, por toda esta maraña de voces, de recuerdos intermitentes, de líos mentales y barullo en general. El sonido y la furia. (Y en realidad tiene una explicación más larga, con un verso de Shakespeare y una referencia a un personaje idiota, pero qué más da).

En fin, The Sound and the Fury te pinta un panorama de lo que es el sur de los Estados Unidos en esa época, nada menos que la periferia de una potencia mundial en ciernes, desgajada de la configuración económica hegemónica, con prácticas socioculturales que se miran al ombligo y miran hacia un pasado de esplendor (si no sos negro, claro). A veces es desesperante, y no es para menos: tenés cuatro narradores que te cuentan cuatro versiones distintas de un mismo episodio, y uno inevitablemente vuelve sobre sus pasos para entender qué es lo que está pasando. Todo esto tiene un sentido, claro está: mostrar lo fragmentario de la aprehensión humana, y la pluralidad de lecturas posibles de una misma (pedorra) realidad.

También hay mucho simbolismo, que seguro mucha gente puede interpretar mejor que yo, y hay, según Sartre, toda una cuestión con el tiempo. Ahora que lo pienso, aunque al principio me desesperó un poco, me gustó mucho la sección narrada por Benjy, donde el tiempo que se vivía era sólo el presente, puesto que el tipo era incapaz de asir la noción de pasado y bueno, futuro ni le pidan. La cuestión es que todos los recuerdos se le enciman, todos los vive como si fuera ahora, no maneja la idea de sucesión de hechos, ni mucho menos. Qué extraño ¿no? Sin dudas hay mucho más para decir del asunto, pero yo dejo acá, y recomiendo a cualquiera que le guste el tiempo (o que le haya gustado El tiempo, la peli de Kim Ki-Duk, que está buenísima y viene al caso), que lea aunque sea el primer capítulo. No se van a arrepentir.


Puntuación: 7/10 ulis

A quién se lo recomendaría: a todos los integrantes de la banda Mastodon.

Próximo libro a leer: Cándido, de Voltaire

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